LOS PAISAJES SOÑADOS DE JUAN RAMÓN por José González Ortiz (de la Asociación Española Internacional de Críticos de Arte). Diario Lanza, jueves 10/03/2005.
Juan Ramón Ruiz Oliver, pertenece a esa generación de pintores castellanos-manchegos que hoy comienzan a dar su fruto y que van siendo protagonistas del siglo XXI. Orientado en un principio en el taller “Casa del Artista” (Ciudad Real) que dirigía el malogrado pintor Ventura Romero, sin embargo su trayectoria y formación se ha desenvuelto de manera autodidacta.
Sus composiciones siempre se han movido por lo experimental. Él como artista plástico, ha escogido libertad creativa propia para discurrir por nuevos horizontes estéticos y, para generar un universo expresivo original y variado e intermitente en cuanto al lenguaje representativo. Juan Ramón ha alcanzado en sus trabajos una impronta de vivida inquietud. Traslada sencillos esquemas figurativos al plano y lo transforma mediante equilibrados collages, diversos trazos y toques pictóricos en realizaciones sugestivas, atractivas…Reelabora un discurso nuevo en cada una de sus concurrencias expositivas, así en “Nocturnos”– su última entrega – los paisajes, como materia explorativa, le sirve de cauce para desplegar la lucha y emoción que siente cuando se enfrenta a su fantasía y ésta, la concretiza en espacios visibles, en espacios abstractos a la vez simbólicos y sintéticos…Anhelos y resoluciones pictóricas que ha ido evolucionando en sus anteriores compromisos y exhibiciones (aunque imbricadas en sus obras anteriores que le sirven de base y apoyo), en donde predominaban por encima de otro concepto, el color y la forma.
Color y forma en las áreas abstractas de sus recientes imágenes, en donde el dripping (goteo) es una constante común que articula sus pinturas, encuadrables en lo que él denomina con el epígrafe “Nocturnos”. La noche como objetivo referencial pictórico, con sus visiones, cromías, impactos, confusiones, matices…Obra que te hiere y atrae, primitiva, ingenuísta, decorativa que transmite sensibilidad, hace un guiño a lo lúdico y sobre todo, cautiva, emociona y sugiere. Plagada de registros gráficos y traducidos de tantos modelos existentes en el cosmos del arte, así sus temas en técnicas mixtas, nos remiten desde el pop-art al neoexpresionismo, sobre todo al neocubismo…Posee igualmente connotaciones del minimal art matérico y del conceptualismo, pero sobre todo, sus abstracciones simbólicas, al margen de etiquetas y ser delimitadas en ismos, ellas de por sí hablan, narran con elocuencia las inquietudes y la cosmogonía que rebulle en su autor. Un creador que busca su espacio y lo va encontrando en cada una de las oportunidades que plásticamente nos brinda.